A través del festival ‘online’ La Calle aún suena, los músicos callejeros denuncian su situación
La crisis del Covid-19 ha puesto de manifiesto la precariedad de ciertos trabajos. Por ejemplo, los músicos que tocan en la calle se han visto obligados a quedarse en casa como el resto de los ciudadanos y con ellos, su empleo. Por eso, los músicos callejeros de Madrid han puesto en marcha el festival online ‘La Calle aún suena’.
El festival tuvo una primera edición el pasado fin de semana y regresa desde el viernes 8 de mayo para una segunda, hasta el domingo 10. Al igual que en la primera edición, empieza a las 17 h, pero esta vez termina a las 22 h, una hora antes. El público interesado puede acceder a través de la página de Facebook denominada ‘La Calle aún Suena’.
Algunos de los músicos callejeros que tocarán son Marco Romero, Damdara, José Luisin, Enmanuel Carreño, Marcio Costa, Víctor El Xino, Ale Morales, que ya estuvieron en la primera edición. En esta segunda, se suman a la iniciativa J.R. Carralero, Cristina Villamia y Daniel Cabrera, Jahsong Lion Family, Borja Catanesi y habrá un invitado especial desde México: El Patrón Dea.
Los conciertos de Laura Godó, Mynor Sánchez, María Castro, Colectivo Indios Beta, La Lupe, Silvano Fiumara, Ombligo y Santiago Vokram, que participaron en la primera edición, pueden verse de nuevo en la misma página del festival.
Un festival que nace con ánimo reivindicativo
Este festival nace desde el principio como una forma de reivindicar su difícil situación. A los paseantes de la capital sus caras les son familiares. Antes de la crisis sanitaria, salían cada día de sus casas, instrumento en mano, para poner banda sonora a la ciudad. Pero el coronavirus llegó y han tenido que quedarse en casa y con ellos, su medio de vida.
Por eso, los músicos callejeros quieren aprovechar para denunciar su situación con lo que mejor saben hacer: tocar. Se lamentan porque su trabajo depende de la suerte y su profesión de músicos no tiene la seguridad de otras; porque buena parte de sus ganancias llega gracias a los donativos de los paseantes que disfrutan de su música en las calles de Madrid.
También protestan porque otras veces reciben «dinero en B», dado que sus clientes no quieren pagar IVA, y si pueden recaudar algo «en A» siguen estando en desventaja porque esos contratos nunca duran más de un día y tienen que darse de alta en la Seguridad Social por el mínimo.
En ocasiones incluso, cuentan, cobran facturas a través de empresas que dicen darles de alta pero a cambio de un porcentaje del importe, disminuyendo así una vez más sus ganancias. En definitiva, casi nunca esos ingresos casi nunca les llegan para darse de alta como autónomos, pues la cuota es muy superior a lo que ingresan. Así las cosas, ni siquiera se han podido acoger a ninguna ayuda en estos difíciles momentos.
‘Gorra virtual’ en su festival ‘online’
Los músicos callejeros se encuentran también con el problema de las licencias del Ayuntamiento. Aunque el consistorio anunció que todos las tendrían pese a no haberse llegado al máximo de solicitudes, estas no llegan.
Por todos estos motivos y a falta de otras alternativas, buscan una forma de aliviar su situación económica. Por eso, los participantes en el festival pondrá a disposición del público una ‘gorra virtual’ para que cada oyente pueda aportar un granito de arena.
Pero no solo quieren reivindicar. Estos artistas desean, como han hecho hasta ahora, compartir su arte. La música callejera es un valor de confianza para el retorno a la normalidad en las ciudades. Por eso hacen una invitación a la reflexión, para proponer de forma colaborativa una manera de mejorar el sistema que ya antes, y aún más ahora, los tiene sumidos en la incertidumbre.
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