Hay mil y una formas de disfrutar del enoturismo ya sea en pareja o en familia, con actividades muy diversas más allá de las tradicionales catas
Lo que empezó como una tendencia, se ha convertido en un hecho. En España gusta, y mucho, una experiencia enoturística. El ecosistema que rodea al vino va más allá de las catas. Hay actividades que implican el vino principalmente pensadas para niños, parejas, grupos más o menos grandes, y por supuesto actividades adaptadas a cualquier tipo de necesidad. Es un plan perfecto para estos días del Puente de Mayo.
Las Rutas del Vino de Ribera del Guadiana y Rioja Alavesa poseen un descomunal abanico de experiencias que te harán amar más, si cabe, todo lo relacionado con el ‘oro rojo’. Descubrir rincones únicos como Almendralejo o Llerena, además de espacios espectaculares como Villa Lucía, en Laguardia, no te dejará indiferente.
1. Recorre cualquier rincón de la Ruta del Vino de la Rioja Alavesa para disfrutar de una experiencia enoturística única
Un pequeño rincón de la provincia de Álava, que aún hoy sigue sorprendiendo a los visitantes que repiten sin dudar tras cada escapada a la región. Actividades para todos los públicos en cualquier época del año.
Recorre villas medievales únicas, visita bodegas históricas, algunas de ellas bajo tierra. Realiza catas de aromas y texturas en familia o sal de pintxos por cualquiera de los cascos antiguos de unas villas formidables que conforman un destino que te cautivará con su experiencia enoturística. Más información aquí.
2. Haz vibrar tus cinco sentidos en el Espacio Gastronómico Villa Lucía
Existe un rincón en Laguardia, Rioja Alavesa en el que se rinde culto al vino y la gastronomía con un cariño especial. En este Espacio podemos disfrutar de la mejor cena en su asador con los mejores productos km 0; o bien celebrar cualquier tipo de evento, además de dejarte sorprender por fiestas temáticas de toda índole.
Lo que le hace especial es su Museo del Vino, primer centro temático del vino a nivel mundial inclusivo y con accesibilidad universal en castellano. En él podrás experimentar con texturas, aromas y sonidos el proceso de elaboración del vino y todo lo que ello implica. Y la joya, ‘En tierra de Sueños’, una experiencia 4D premiada internacionalmente que te llevará a un viaje que nunca habías imaginado. Más información aquí.
3. Descubre otra experiencia enoturística en Extremadura con la Ruta del Vino y Cava Ribera del Guadiana
Pocas cosas hay más bonitas que ver un atardecer en cualquiera de los puntos de su ruta de miradores. Ver caer el Sol en un campo de viñedos encoge el corazón de cualquiera. Pero es que además, el vino un aliado para mejorar tu bienestar físico y mental, por ejemplo incluyéndolo en una relajante sesión de spa.
También es posible combinar actividades puramente enológicas con otras como birding, ciclismo y senderismo. Más información aquí.
4. En Almendralejo, las migas… ¡con cava!
No podía esperarse otra cosa de una ciudad con un Museo de las Ciencias del Vino y con la única plaza de toros del mundo con una bodega en su interior. Almendralejo es ciudad del cava, del vino y la aceituna.
Uno de los pocos sitios en los que poder disfrutar de un vino elaborado de manera artesanal en un conjunto arqueológico de más de 4500 años como Huerta Montero, o degustar las sobradamente conocidas migas extremeñas con una copa de cava. Más información aquí.
5. Una ‘pequeña Atenas’ en Llerena
La obviedad de que en Extremadura se come muy bien está muy manida. Eso lo saben de sobra en esta fabulosa localidad, donde se rinde culto a la gastronomía con la misma devoción que al arte y la cultura.
Con un breve recorrido por su casco histórico, podemos hacernos una idea muy rápida de que estamos visitando un lugar maravilloso en el que dejar volar a la imaginación, además de brindar un homenaje a nuestro gusto con la mejor selección gastronómica de la zona. Más información aquí.