El proceso de cambio de nombre se irá aplicando de forma progresiva en planos y megafonía, y finalizará en marzo
La estación de Metro Atocha Renfe (línea 1) cambia su nombre a solamente ‘Atocha’, al dejar de ser Renfe la única empresa que presta servicio en la estación, como hasta ahora. Desde principios de febrero, el nuevo nombre ya se ve en el pórtico de acceso a la estación, en los planos de bolsillo y en la web de Metro de Madrid.
El cambio se llevará a cabo de forma progresiva en el resto de la red, en los planos ubicados en el interior de los trenes o en la megafonía que se puede escuchar en el interior de los convoyes. Este proceso, que se inició el pasado mes de diciembre, durará previsiblemente cuatro meses. Así, en principio, estaría finalizado en marzo.
La modificación del nombre de esta estación supone una simplificación y se ha escogido por ser genérico y representativo. También se pretende evitar confusiones a los viajeros.
La nueva nomenclatura llega a raíz de la reciente liberalización del sector ferroviario en España que ha supuesto la llegada de nuevos operadores con trenes propios, además de Renfe, para el transporte público.
La estación de Atocha, situada entre Estación del Arte (que hasta finales de 2018 se llamaba Atocha) y Menéndez Pelayo, es uno de los puntos de enlace más importantes de la capital. Conecta la red de Metro, Cercanías, y trenes de media y larga distancia. Además, sirve como intercambiador con autobuses interurbanos y de la EMT de Madrid.

Un siglo de la primera ampliación de Metro, que afectó a Atocha
La modificación del nombre de la estación de Metro de Atocha se lleva a cabo un siglo después de que comenzara a formar parte de la línea 1. En diciembre de 1921, se llevó a cabo el primer proyecto de expansión de la red del suburbano. Consistió en ampliar la línea precisamente hasta Atocha.
Entonces, estaba solo compuesta por el tramo Cuatro Caminos-Sol (unos tres kilómetros y medio). Sin embargo, la gran acogida animó a la ampliación de otros dos kilómetros más hacia el sur de la ciudad. De esta forma, se extendió desde la Puerta del Sol y bajó por las calles de Carretas, la Magdalena y Atocha hasta la estación de Mediodía, actual estación de Atocha.
En total, se añadieron tres nuevas estaciones de Metro: Progreso (ahora Tirso de Molina), Antón Martín y Atocha (ahora, Estación del Arte). Se construyeron en una cota poco profunda y «teniendo en cuenta las necesidades de un Madrid futuro«, según documentos municipales de la época.
En su momento, la obra supuso un gran reto ya que presentaba muchas complejidades constructivas al atravesar zonas del viejo Madrid. Entre ellas, la plaza del Progreso y la angosta calle de la Magdalena, minada por socavones, galerías, cuevas y pozos abandonados e infinidad de restos de arterias subterráneas. En su día, establecían comunicaciones y refugios secretos.
El encargado de diseñar estas estaciones fue Antonio Palacios, autor también, entre otras cosas, del templete de la estación de Gran Vía que se acaba de recuperar. Lo más destacado es que se establecieron vestíbulos más espaciosos, y se multiplicaron las escaleras de acceso para facilitar la entrada y salida de público.
Con el tiempo estos espacios han ido evolucionando, pero destaca el vestíbulo de Tirso de Molina que todavía mantiene parte de su configuración original. En él, se puede contemplar la bóveda cubierta de azulejos blancos biselados, con frisos de cerámica, de oro y coche. Además, la estación está presidida aún por el escudo antiguo de la ciudad. Se realizó en cerámica y con reflejos metálicos. De esta misma época es también el vestíbulo de Pacífico (1923).
Otras ampliaciones de la línea 1 de Metro, a la que pertenece Atocha
La ampliación de 1921 fue la primera que afectó a la línea 1 de Metro y a la red del suburbano en general, pero no fue la única. El 8 de mayo de 1923, prosiguió su crecimiento y se prolongó bajo la avenida Ciudad de Barcelona hasta desembocar en el puente de Vallecas, al inicio de la avenida de la Albufera.
Algo más tarde, se volvió a extender, en esta ocasión hacia el norte. En concreto, desde Cuatro Caminos hasta Tetuán de las Victorias, discurriendo bajo la calle Bravo Murillo. Añadió tres nuevas estaciones al trayecto, que se inauguraron el 6 de marzo de 1929.
Hoy en día, la línea 1 de Metro conecta el norte y el sureste de Madrid desde Pinar de Chamartín hasta Valdecarros, en un recorrido de unos 57 minutos. En total, son 33 estaciones de Metro entre las que se incluye Atocha Renfe (en un futuro Atocha). Todas ellas cuentan con andenes de 90 metros y están unidas por 23,876 km de vía en túnel de gálibo estrecho.
Si te ha gustado este artículo, déjanos un comentario. También puedes regalarnos tu Me gusta en nuestro Facebook y seguirnos en Twitter.