Espacio Ibercaja Delicias, situado junto al Museo del Ferrocarril, se ha creado para la representación de todo tipo de espectáculos
El Espacio Ibercaja Delicias, situado en una explanada junto al Museo del Ferrocarril, en pleno corazón del distrito de Arganzuela, abrió sus puertas hace unos meses, después de varios años paralizado. Se trata de un macrocentro de ocio creado para la representación de espectáculos, como el musical ‘El Médico’, que se ofrece estos días. Pero desde su inauguración, las quejas de sus vecinos no han cesado.
Este peculiar espacio, creado con carácter temporal para ampliar el número de lugares culturales en Madrid ante la alta demanda de espectáculos, está estructurado con varias carpas, cada una designada para un fin diferente: teatro y musicales; cabaret, circo, danza y humor; y multiusos. Además, cuenta con un jardín en el centro donde se ha colocado una zona de restauración.
Dadas sus características, el espacio está activo prácticamente todos los días de la semana y especialmente por las tardes y noches. Este hecho es el que, junto con el lugar en el que está situado, ha provocado las quejas de los vecinos del barrio que alegan uso privado de un terreno público y todo tipo de contaminación y ruidos.
De hecho, el pasado domingo 20 de febrero los habitantes de la zona organizaron una concentración frente a la estación de tren Delicias. En ella, unas 200 personas solicitaban la eliminación de este nuevo espacio. El centro de la protesta es la utilización de unos terrenos reservados para uso dotacional que se han utilizado para construir ese lugar de ocio.
«Este uso está retrasando la construcción de equipamientos públicos necesarios largamente reclamados por las entidades vecinales«, aseguran desde la plataforma StopEspacioDelicias. Entre estos servicios, señalan centros culturales, centros de mayores, bibliotecas, institutos de secundaria o centros de salud.
Contaminación acústica y lumínica, otras quejas sobre el Espacio Ibercaja Delicias
Más allá del uso de suelo público para una actividad privada, los vecinos del barrio también han emitido varias quejas en relación a la contaminación acústica y lumínica que supone la existencia del Espacio Ibercaja Delicias. Sobre todo, argumentan, porque la mayoría de molestias de ruido y luz se producen por la noche.
«Los horarios no son compatibles con el descanso ya que alcanzan las doce de la noche de forma continua seis días a la semana«, reclaman desde la plataforma de afectados. A todo ello se suman los ruidos procedentes del propio funcionamiento de las instalaciones. Es el caso de generadores diésel, torres de aire acondicionado, tareas de mantenimiento y de carga y descarga…
«El Ayuntamiento de Madrid le está permitiendo sobrepasar los niveles de ruido admisibles en zonas residenciales usando la ficción de que se trata de actos de especial interés para la ciudad«, sentencian. Este hecho, además, contrasta con la afirmación del CEO de Espacio Ibercaja Delicias durante la inauguración, cuando aseguró que todos los espacios estaban insonorizados.
Los altos niveles de contaminación ante el aumento del tráfico rodado en la zona por el gran número de personas que acuden a ver los espectáculos, es el otro motivo de descontento. «Hay una afluencia de miles de personas, que recorren zonas residenciales para la entrada y salida del recinto«, apuntan.
“El Ayuntamiento mira hacia otro lado”
Los vecinos reclaman alguna respuesta por parte del Ayuntamiento de Madrid. «No solo mira hacia otro lado y se inhibe en la defensa de los intereses de la ciudadanía de Arganzuela y de Madrid, sino que otorga al Espacio Delicias, de manera repetida, licencias temporales para su funcionamiento como si fuera una instalación eventual«, cuentan.
Los afectados llevan ya dos años denunciando la utilización de los espacios públicos para el uso privado, cuestionando su legalidad, incluida la del Espacio Ibercaja Delicias. Previamente, se han realizado varias asambleas informativas y se han llevado a cabo numerosas concentraciones. También se han presentado alegaciones a la licencia urbanística.
También se ha contactado con los diferentes grupos políticos así como con los responsables municipales. A ello se suma la recogida de unas 5.000 firmas que secundan la petición del uso dotacional de las parcelas.
«No vamos a parar hasta ver respetada la legalidad y el derecho de Arganzuela a contar con las dotaciones aprobadas en 1996 y pendientes de materializar más de veinte años después«, concluyen.
