El consumo de frutas y verduras es uno de los principales signos de salud pública y varía según las condiciones laborales
El año 2021 es el mejor momento para mejorar los hábitos alimenticios, especialmente después de 2020, cuando las pautas de nutrición y ejercicio físico se han visto afectadas. Durante los últimos años, esta situación ha agravado la falta de alimentación saludable y ausencia de consumo de frutas y verduras en la dieta de los españoles.
No obstante, como muestra la información publicada en la revista Nutrients, no todos en España se ven afectados de la misma manera.
Investigadores de la Universidad y el Hospital Universitario de Alicante, el CIBER de Epidemiología y Salud Pública de Madrid, y la Universidad Perth en Australia, creen que el estilo de vida es un indicador importante de la salud general. Son factores decisivos que condicionan el desarrollo de muchas enfermedades, como la obesidad, diabetes, ciertos tipos de cáncer y la hipertensión arterial.
De acuerdo con Katrine Rubæk del portal nutricional Sundt.es, esta situación no se causa por el nivel socioeconómico, sino por los malos hábitos alimenticios de determinados grupos.
“En el sector laboral, las horas intensivas de trabajo obligan a los trabajadores a alimentarse con productos procesados en lugar de alimentos frescos y balanceados. Asimismo, algunos optan por dietas de mala calidad que se caracterizan por un bajo consumo de frutas y vegetales. Estas dietas ‘milagrosas’ aseguran pérdida de peso, pero a largo plazo producen serias deficiencias nutricionales, problemas de visión y manchas en la cara”.
La alimentación de los trabajadores
A partir de la Encuesta Nacional de Salud elaborada por el Ministerio de Sanidad de España y el Instituto Nacional de Estadística (INE), se marcó como objetivo la investigación de las diferencias en el consumo diario de frutas y verduras entre la Población Activa (EPA). En total, se recopilaron datos de 10.700 adultos españoles entre 18 y 65 años que se encontraban trabajando antes de que se declarase la pandemia.
Al momento de consultar por el consumo de frutas y verduras, se incluyeron productos congelados, en conserva o secos, pero se excluyeron patatas y zumos. Otros hábitos de vida evaluados fueron consumo de alcohol, tabaquismo o práctica de deporte. Con respecto a los aspectos laborales, se categorizaron por sectores, tipos de contratos, nivel de estrés y horarios.
Después de ajustar los datos, entre todos los trabajadores, independientemente del sector, las personas que menos fruta consumen son las que trabajan en horarios nocturnos, mientras que las que consumen menos verduras son las que tienen contratos temporales. Factores como la ausencia de tiempo, así como de un comedor que brinda platos con verduras, fueron algunos de los problemas que señalaron los empleados.
En el ámbito profesional, los ingenieros y maestros son los que consumen más frutas y verduras. Los que comen menos son los militares y trabajadores no calificados del sector servicios. Finalmente, la menor proporción de verduras en las dietas se basa en los trabajadores cualificados de la construcción.
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