Para elegir una pala de pádel, hay que tener en cuenta el peso de la pala o el nivel del jugador
¿Quieres elegir una pala de pádel y no sabes cómo debe ser su forma? La elección adecuada de la pala puede marcar una gran diferencia en el rendimiento y experiencia del jugador en la pista. Por eso, junto a aspectos como el peso de la pala o el nivel del jugador, también hay que tener en cuenta la forma de la pala.
Y es que la forma de la pala de pádel determina factores muy importantes y que son clave para el juego, tales como la potencia, el control o el equilibrio. Asimismo, todos los factores confluyen en conjunto con las necesidades del jugador, su estilo de juego y sus gustos.
Ya seas un jugador con nivel profesional o te encuentres en el nivel de iniciación, contar con toda la información relativa a las palas de pádel va a brindar la oportunidad de elegir la pala ideal para cada jugador. Por supuesto, igual que cada persona es un mundo, también lo es cada jugador.
Punto dulce
Por eso, tener en cuenta el estilo de juego, el nivel, los factores personales o la edad, entre otros, pasará también por prestar especial atención a la forma de la pala. ADemás, habrá que atender al punto dulce de la pala de pádel, es decir, la superficie de la pala con la que podemos golpear la pelota de la forma más óptima, consiguiendo la máxima salida de la pelota, potencia y control.
Por ejemplo, si el jugador tiene un nivel avanzado, necesitará una pala de pádel por potencia. Las palas de pádel que ofrecen la mayor potencia posible al jugador son aquellas que tienen forma de diamante o pirámide invertida.
¿El motivo? La experiencia del jugador requiere de más fuerza y potencia que control, que ya ha adquirido en niveles anteriores, por lo que las palas de pádel en forma de diamante ofrecen la potencia necesaria que el nivel del jugador requiere.
Elegir pala de pádel: profundizando en las formas
El pádel es un deporte apasionante que despierta el interés de cada vez más personas. Su gran popularidad en los últimos años incluye tanto jugadores principiantes como con un nivel avanzado que quieren perfeccionar.
En cualquier caso, es fundamental conocer todos los elementos que conforman el juego de manera que cada jugador saque el mayor partido a estos. Esto quiere decir, prestar atención, entre otros, a las condiciones de la pista, la pelota, la ropa de pádel que utilicemos, las zapatillas de pádel, los accesorios y, por supuesto, la pala de pádel.
En este sentido, es necesario adquirir el equipamiento idóneo para cada jugador con la mayor calidad posible, atendiendo a los materiales, que se ajuste a las necesidades de cada uno y que haga que el jugador se sienta cómodo.
Ya hemos comentado que la forma de la pala influye directa y proporcionalmente en el juego. Las tres formas son: redonda, de diamante o de lágrima.
Pala de pádel de forma redonda: control
El punto dulce de este tipo de palas es centrado y amplio, bien repartido por toda la superficie de la pala. Asimismo, el balance en las palas de pádel de forma redonda también suele estar bastante equilibrado, por lo que es ideal para prevenir lesiones en el brazo, la muñeca y el codo. Esto es porque ese balance tiende a ir hacia el puño, más cerca de la muñeca y, por tanto, gran parte del impacto lo absorbe la pala y no el brazo del jugador.
Estas características hacen de la pala de pádel de forma redonda, una opción ideal para aquellos jugadores que se están iniciando en el juego y cuyo nivel es principiante. También para los más pequeños es la opción ideal.
Las palas redondas aportan control y ofrecen más manejabilidad y la posibilidad de movimientos más rápidos con golpes más sueltos.
Pala de pádel de forma de lágrima: equilibrio entre control y potencia
Las palas con forma de lágrima son muy polivalentes y equilibradas, con un balance intermedio y un punto dulce medio. Así, ofrecen más potencia sin perder el control que podría tener una de forma redonda. Es decir, que aporta el equilibrio ideal entre el control y la potencia, por ello, muchos jugadores se deciden por esta forma al elegir su pala de pádel.
Su balance intermedio permite que el impacto de los golpes se quede a medio camino entre el puño y la cabeza de la pala, por lo que también es una buena opción para evitar lesiones.
Normalmente, al ser palas con un control y potencia equilibrados, son más adecuadas para jugadores con un nivel intermedio. Esto se debe a que ya han pasado la fase de aprender sobre el control aunque siguen en fase de aprendizaje y perfección, pero con necesidad de más potencia por haber aumentado el nivel.
Palas de pádel de forma de diamante: potencia
Las palas de pádel de forma de diamante están pensadas para jugadores de nivel profesional o avanzado. Aportan la máxima potencia a los golpes pero, sin centrarlos bien podría suponer pérdida de control. Razones por las que el jugador deberá disponer de buena técnica.
El balance en estas palas de pádel es alto, lo que hará que el impacto de los golpes lo adquiera la cabeza de la pala. Por esto mismo, las palas con esta forma tienen el punto dulce centrado en la parte alta de la pala y es bastante reducida.
Esto significa, que la parte de la pala que en las formas redonda y de lágrima absorbía los golpes y su impacto evitando sobreesfuerzos del brazo del jugador, en palas con forma de diamante, no lo evitará de la misma manera.
Por eso, son más adecuadas para jugadores de un nivel avanzado. Ya tiene asumido y más que aprendido el control de la pala y las pelotas van y vuelven con mucha más fuerza y potencia por lo que la respuesta en el golpe deberá ser consecuente con esa fuerza y potencia recibidas.
Otros factores relevantes
Una vez que tenemos claro qué aspectos queremos que nos aporte la pala y la forma que nos los puede proporcionar, hay que atender a otros factores relevantes.
Entre otros, el peso de la pala está directamente relacionado con la forma de la pala y el nivel del jugador. Por ejemplo, las palas que aportan más control que potencia suelen ser más ligeras, ideales para principiantes y jugadores junior.
Por el contrario, las palas de pádel más pesadas brindan más potencia que control, por tanto son más adecuadas para jugadores con cierta experiencia y un nivel más avanzado.
No menos importante es la ropa de pádel o las zapatillas de pádel que el jugador utilice. Por una parte, la ropa nos debe aportar comodidad, ligereza y libertad de movimientos en el juego, con materiales transpirables que nos faciliten el partido.
Por otra parte, las zapatillas son esenciales ya que, al final, sujetan el pie del jugador y previene y evita posibles lesiones.
En definitiva, es todo un conjunto de elementos que debemos tener en cuenta antes de disponernos a entrenar o jugar. Para ello, es importante que si no tenemos experiencia o, incluso teniéndola, busquemos asesoramiento para optar a palas de pádel o cualquier elemento del juego que necesitemos.