Por cada distintivo ambiental obligatorio, Correos cobra 5€
Desde el pasado 24 de abril, los vehículos que circulan por la ciudad de Madrid están obligados a exhibir un distintivo ambiental de la DGT en el parabrisas. Establecido en la Ordenanza de Movilidad Sostenible, está pensado para facilitar el control de los vehículos sin derecho a circulación por Madrid Central y en episodios de alta contaminación.
Los distintos ambientales son administrados por la Dirección General de Tráfico (DGT), y están incluidos dentro del Plan Nacional de Calidad del Aire y Protección de la Atmósfera, cuyo objetivo es discriminar positivamente a los vehículos más respetuosos con el medio ambiente.
El distintivo tiene un importe de 5 euros
La tipos de distintivos son cuatro: CERO, ECO, C y B. Son obligatorios para los vehículos de gasolina posteriores al año 2000, y al 2016 para los diésel. Las motocicletas también están sujetas a la clasificación.
La medida ha tenido detractores desde su formulación. Una de las críticas más prominentes se relaciona con su precio. Entre 2015 y 2016, la DGT envió más de 4 millones de distintivos a vehículos domiciliados en Madrid, Barcelona, Granada, Valencia y Sevilla, de forma gratuita. Pero ahora, los 14 millones de automovilistas restantes, tienen que pagar 5 € para su obtención. La DGT no ha explicado el porqué de este cambio.
La pegatina la elabora la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre; desde aquí se envía a Correos para su puesta en venta. En realidad se trata de una «colaboración» entre la DGT y Correos.
AEA estima una recaudación de 70 millones de euros en toda España
Según Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), la clasificación ambiental de la DGT contiene »muchos errores» y es »muy restrictiva desde el punto de vista del ciudadano». Explica que en comparación con el resto de ciudades de la Unión Europea, su implantación en Madrid no ha sido progresiva; y que hay muchos coches que la DGT deniega un distintivo cuando según las normas sí les correspondería, y que a estos afectados no se les permite »discutir si la clasificación que se le ha hecho es correcta o no».
Tampoco se entiende que el ciudadano tenga que pagar un importe que »no se sabe dónde está regulado», puesto que si es obligatoria »tendría que regularse por una ley de tasas». De la misma forma, opina que el sistema de distintivos es »totalmente arcaico», y que se podría comprobar el nivel de contaminación de los vehículos mediante »un sistema informático de cámaras».
Según datos aportados por la DGT, en Madrid existen 2.867.214 turismos activos obligados a exhibir el distintivo. Y 281.483 en el caso de las motocicletas. Entonces, podemos estimar que la potencial recaudación por parte de Correos, entidad que emite y vende los distintivos, tan solo en Madrid sería de 15 millones de euros. Y, según información de la AEA, la recaudación en toda España sería de 70 millones de euros.
No está comprobada su eficacia
Otra crítica reside en la dudosa eficiencia para combatir el problema de la contaminación. Si nos centramos especialmente en la aplicación restrictiva en Madrid Central para combatir el problema de la contaminación, vemos cómo los residentes de la zona pueden circular sin distintivo hasta el año 2024, mientras que los no residentes deben llevarlo obligatoriamente y solo para ir directos a un parking público o privado. ¿Tiene esto sentido en cuanto a la reducción de contaminación?
Para Mario Arnaldo, la respuesta es no: «muestra de ello es que los vehículos que más contaminan no están obligados a llevar una etiqueta». Según él, el único resultado que traerá el distintivo será el denominado »efecto frontera», que esparcirá el foco de la contaminación a las zonas aledañas a Madrid Central. En todo caso, propone, lo que habría que hacer son »planes activos para fomentar el rejuvenecimiento del parking en Madrid».
Las restricciones para las motocicletas también son un punto de crítica. No se entiende por qué la circulación y aparcamiento es libre hasta las 22 horas, y después únicamente se puede aparcar en garajes municipales pero no en las aceras. Si la circulación es la misma, ¿acaso contamina menos aparcar en la calle que en un garaje?
Comisiones Obreras (CCOO) se une, además, a las críticas diciendo que la máxima de »quien contamina paga» se cambia por el »quien paga contamina». Así también, si »un particular o empresa tiene dinero para cambiar sus vehículos por ECO podrá circular cómodamente y aparcar, a diferencia de quien no disponga de dinero para ello».
Afectados los vehículos fuera de Madrid
Por otra parte, los residentes de otras comunidades, y que por alguna razón visiten la capital, también están obligados a llevar el distintivo. »Afecta a todos”, dice Mario Arnaldo, criticando que los visitantes tengan que pagar un importe por llevar una etiqueta solamente por un día o dos, según su estancia en la capital.
«Desde ahora, quien quiera venir de fuera de Madrid, además de planificar su viaje, tendrá que informarse si hay restricciones para circular y así evitarse una multa». Y también reclama que »si ya se ha hecho la clasificación, el control lo deben hacer las cámaras», y que »no hace falta montar un negocio con las etiquetas».
Correos nos informa que en la semana del 22 al 28 de abril la venta de distintivos fue de 163.870 unidades. Y, desde principios del año, se han vendido 670.186 distintivos.
Repercusión ante el inminente cambio de gobierno
Desde la campaña electoral, los partidos que conforman el nuevo gobierno de Madrid se mostraron críticos con los distintivos y con Madrid Central. El nuevo alcalde José Luis Martínez-Almeida dijo que su primera acción será «revertir Madrid Central».
Hace unos días anunció una moratoria a las multas, que ya ha sido anulada por un auto judicial. Mientras, en Ciudadanos hablan de «reformar» y en Vox de «erradicar». De todas formas, aunque cambien algunas cosas, lo más probable es que a nadie le devuelvan el dinero por la compra de los distintivos.
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