Se quiere reforzar la seguridad en el entorno del Metro Las Musas y la calle Nicolasa Gómez en Canillejas
Desde que el Atlético de Madrid se instaló en el Wanda Metropolitano, los barrios de Las Rosas y Canillejas han ido absorbiendo a sus seguidores, quienes, como todos los aficionados de un club de fútbol, buscan sus bares de referencia para juntarse tanto antes como después de los partidos. Algunos de estos lugares pueden llegar a convertirse en foco de peleas y agresiones, si los hinchas que acuden son más radicales de lo que se desearía.
Primera agresión en enero
Ese riesgo quedó patente el pasado 17 de enero, a raíz de una reyerta que terminó en apuñalamiento poco después del partido de Copa del Rey ante el Sevilla. Un ultra ya conocido y que estuvo detenido hace 20 años por una agresión similar en el entorno del Vicente Calderón, hería con arma blanca a otro seguidor – que sería también del Frente Atlético-. La agresión se produjo en el ‘Rifle’, aunque el herido fue encontrado más tarde en el parque que se encuentra en frente del bar.
Este hecho ha llevado a las autoridades municipales a señalar la zona como uno de los posibles focos de conflicto, que se habría trasladado desde el Vicente Calderón al nuevo barrio del Atlético de Madrid. Por eso, la vigilancia policial se verá reforzada en esta zona para que no se produzcan más altercados y los vecinos puedan estar tranquilos.
Intranquilidad entre los vecinos
Según residentes de la zona, desde que el Wanda Metropolitano empezó a funcionar el pasado mes de septiembre, el ambiente ha cambiado mucho. Algunos de los que viven en el mismo portal donde se encuentran ambos bares comentan que «los días de partido asusta salir a la calle, está todo el mundo bebiendo, con botellas en el suelo y a veces se escuchan gritos y discusiones; para salir del portal hay que esquivarlos».
«Van a controlar sobre todo el consumo de bebidas en la calle, que es ilegal, porque mucho más no pueden hacer, ya que son bares legales y con sus licencias en orden», comentan desde la Asociación de Vecinos Las Musas-Las Rosas, haciéndose eco de lo que el Ayuntamiento les ha transmitido.
Tercera zona en el punto de mira
En cuanto a la tercera zona que podría ser conflictiva se ha señalado la calle Nicolasa Gómez, ubicada en el barrio de Canillejas, al otro lado del estadio. En ese lugar se encuentra un bar de aficionados del Real Madrid, el ‘Akelarre‘, que lleva abierto más de 30 años, según cuenta su dueño, Joaquín. Y justo en frente se ha instalado un bar atlético, ‘El encuentro’.
Para evitar incidentes optó por no abrir esos días, pero «solo fue durante mes y medio porque después me di cuenta de que no pasaba nada, que esos radicales no venían por aquí y que incluso algunos aficionados atléticos entraban a tomar algo en mi bar». De momento, está tranquilo: «creo que los que buscan problemas se han ido a la zona del metro de las Musas pues allí, como hay un parque, pueden escapar más fácilmente que aquí que es una calle donde les podrían coger rápido», opina.
Partido de riesgo
Por su parte, el dueño de ‘El encuentro’ explica que él tenía su bar en el entorno del Vicente Calderón y lo trasladó a Canillejas siguiendo al club rojiblanco. «No viene gente conflictiva por aquí», comenta y añade que «somos amigos de Joaquín el del ‘Akelarre’, vamos a veces a tomar algo a su bar, no tenemos ningún tipo de enfrentamiento«.
De hecho, los primeros altercados han tenido ya lugar. Según informó ABC, el martes 6 por la noche, un grupo de encapuchados alunizaron contra la tienda del Atlético de Madrid junto al Wanda y se sospecha que los visitantes rusos tuvieron algo que ver.
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