Cuando llega el invierno la piel necesita cuidados para que no pierda vitalidad por el frío
De todas las partes del cuerpo, la piel es la más versátil. La dermis se encarga, principalmente, de protegernos de agentes externos tales como el aire y los elementos, de las bacterias, del calor y el frío. Por lo tanto, es nuestra barrera de protección. Sin embargo, aunque es impermeable, reparable y se lubrica a sí misma, es necesario conservar su integridad y mantener algunos cuidados especiales para proteger la piel del frío.
Las condiciones externas como el frío, el viento y las variaciones bruscas de temperatura, unidos a otros factores externos como la contaminación, pueden generar efectos irreversibles en nuestra piel. Estos elementos ocasionan que la dermis se reseque, se enfríe con facilidad, pierda vitalidad dando lugar a la aparición de hormigueos, grietas y durezas.
Rutinas y alimentación para cuidar la piel
Aquí dejamos algunas recomendaciones que ayudarán a disfrutar de un invierno saludable con los cuidados adecuados para la piel:
- Hidratar la piel diariamente es un práctica que debe permanecer como un hábito. La vaselina o hidratantes a base de crema son mejores que las lociones para piel normal a seca. Según Luciana Monzon, portavoz de Reviewbox, si presentan piel sensible, lo mejor es elegir una crema hidratante sin perfume o lanolina.
«Las pieles sensibles requieren un cuidado especial para evitar constantes irritaciones. Lo recomendable es utilizar productos sin aceites minerales, lanolina, fragancias o parabenos. Una vez hecho esto, aplicar la crema hidratante directamente sobre la piel húmeda después del baño para que el producto ayude a capturar la humedad en la superficie», explica.
- Controlar el uso de agua caliente y jabón. Si presenta comezón de invierno, lo ideal es tomar duchas o baños tibios cortos con un limpiador no irritante. Posteriormente, aplicar una crema o tipo vaselina crema hidratante, realizando suaves masajes.
- Protegerse del viento y evitar el frío extremo. En el primero, el uso de bufandas para cubrir el cuello y levemente el rostro es de gran ayuda. También utilizar un bálsamo para los labios a base de vaselina.
En el segundo, las temperaturas frías pueden causar trastornos de la piel o congelación. Por ejemplo, si desarrolla cambios de color en las manos o pies acompañados de dolor extremo, seguido de la pérdida de la sensibilidad en un dedo, puede sufrir congelación. Por lo tanto, consulte a un médico inmediatamente. - Tomar suplementación de vitamina D. Durante el verano, la exposición diaria al sol aumenta la producción natural de vitamina D, pero en invierno esta disminuye.