Las webs que venden billetes no pueden aplicar recargo por pago con tarjeta
Tanto en el momento de comprar un billete de avión como cuando vamos a volar o aterrizamos, se producen a veces situaciones que, como consumidores, nos afectan. Las aerolíneas y agencias de viajes suelen incumplir algunos aspectos de la ley en la venta de billetes ‘on line’, que es la más habitual hoy en día.
También en los aeropuertos, entre retrasos, ‘overbooking‘, deterioro de las maletas…, son muchos los momentos en que se vulneran nuestros derechos. Por todo ello podemos reclamar, aunque a veces lo ignoremos.
Si deseas un asesoramiento legal para llevar a cabo la reclamación, utiliza nuestro Consultorio de consumo. Aquí puedes plantear tus dudas en una primera consulta gratuita y gestionar tu reclamacións.
Trampas reclamables
- Casi nunca el precio que vemos al principio es el que hay que pagar al final cuando compramos un billete por internet. La legislación europea y la estatal establecen que el precio ofrecido debe ser definitivo (con gastos de gestión y cualquier recargo incluidos).
- No puede haber suplemento por pago con tarjeta, aunque muchas webs lo añaden: marcan un precio al inicio y al llegar al final, se ha incrementado en 20 o 30€.
- Algunos servicios adicionales a veces vienen preseleccionados en el proceso de compra de la web (asiento, seguros, etc.). De este modo, el consumidor los añade a su compra sin ser consciente de ello, algo que está prohibido. Siempre hay que tener la opción de marcar expresamente la casilla para contratar ese servicio adicional, no al revés.
- Una vez en el aeropuerto, hay varias situaciones por las que podemos reclamar, ya que atentan contra nuestros derechos: los retrasos, las cancelaciones y el ‘overbooking’. En todas ellas y en función de las circunstancias, podemos recibir rembolsos o compensaciones.
- Finalmente, al llegar a nuestro destino, nos podemos encontrar con la maleta rota o perdida. La compañía está obligada a indemnizar al cliente por cualquiera de esas circunstancias.
Reclamar
Cuando suceda cualquiera de las situaciones mencionadas, podemos reclamar, y debemos hacerlo primero ante la compañía. Si no responde a nuestras expectativas, entonces recurriremos a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea o a AENA. Y si se prefiere recurrir directamente a los tribunales, hay que saber que si lo que se reclama es menos de 2000€, se puede acudir sin abogado ni procurador.
Algunas asociaciones de consumidores y las autoridades de Consumo insisten en informar en estas fechas, en las que se viaja mucho, sobre algunas de estas posibles irregularidades y animan al consumidor a reclamar. Además de resarcir los daños al afectado, también ayudan a las instituciones a inspeccionar estas prácticas incorrectas y a acabar con ellas.
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