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CBD o cannabidiol para tratar dolores: guía para principiantes

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CBD o cannabidiol, un analgésico para dolor crónico, procedente de plantas de cannabis

Es una nueva década, y nos incumbe probar cosas nuevas. Siempre es un buen momento para intentar mejorar nuestra calidad de vida y cuando se trata de alguien que sufre de dolor crónico -ya sea de las articulaciones, las rodillas, o la espalda- nada es tan sinónimo de calidad de vida como los analgésicos.

Un analgésico es diferente a un anestésico en la forma en la que trabajan para reducir el dolor. Analgesia significa cancelar o negar el dolor. Este tipo de droga funciona inhibiendo los receptores que captan las señales de dolor, normalmente de manera generalizada. La anestesia funciona bloqueando toda sensación, y tiene sus límites.

El CBD actúa como analgésico. Nos libra de la sensación de dolor (al menos hasta cierto punto) y nos deja libres para funcionar normalmente. Se puede comprar CBD online, y localmente, tanto en aceite como en otras formas.

Entendiendo el CBD o cannabidiol

Pero antes de que hablemos de cómo usar o por qué usar el CBD, es de vital importancia que comprendamos qué es y de dónde viene.

En la planta de cannabis podemos encontrar más de cuarenta tipos de compuestos químicos que son únicos a esta planta. Estos compuestos, al ser muy similares en su estructura, son denominados cannabinoides.

De todos los cannabinoides, hay dos que sobresalen por sus efectos: el CBD, o cannabidiol, que es un potente analgésico entre otras cosas, y el THC o tetrahidrocannabinol, que es el responsable de los efectos en la mente (o, simplemente, el colocón) de la marihuana.

Aunque el CBD es comúnmente encontrado en la gran mayoría de las plantas de la familia cannabis, suele darse en mayor concentración en la marihuana – el único problema es que la marihuana también contiene THC, que aunque tiene su valor, sobra en algunos casos-. Entonces, el CBD se extrae de plantas de cáñamo con un contenido de THC ínfimo, o con plantas de marihuana que han sido modificadas genéticamente para contener poco o nada THC.

De principio a fin, CBD

La única manera de conseguir CBD o cannabidiol es cultivando cáñamo o marihuana. Estas plantas son virtualmente idénticas: las dos vienen de semillas idénticas y crecen de manera parecida. El cáñamo, por un lado, tendrá menos cantidad de CBD pero crecerá con más facilidad y relativamente pocos cuidados.

La marihuana, sin embargo, contiene mucho más CBD. El único problema es que es una planta bastante delicada y ha de ser cuidada minuciosamente para poder cosechar, literalmente, los beneficios. Si no se sabe lo que se está haciendo, suele ser una pérdida de tiempo.

Una vez la planta haya florecido, se procesan a través de unas máquinas que aplican una gran cantidad de presión sobre las plantas, obteniendo así el aceite en el que están contenidos tanto el CBD como el THC.

Usando el cannabidiol

Ahora, has comprado el aceite de CBD o cannabidiol, lo tienes en tu mano y no estás muy seguro o segura de qué hacer a continuación. Lo más recomendable es que te limites a una gota por vez. Deja caer la gota en tu lengua y traga. Un trago de agua tibia es ideal si te molesta el gusto del aceite.

Empezando el tratamiento, mantente con esta dosis por un par de días. Cada quien es diferente. Una gota pudiera ser suficiente para calmar tu dolor, como también pudieras necesitar el doble, triple o más para siquiera sentir los efectos del CBD.

Si ya alguna vez has tenido experiencias con la marihuana, no te preocupes si el efecto analgésico se demora más que cuando fumas marihuana. El acto de fumar introduce el CBD a tu sangre de manera casi instantánea y sentirás el efecto en cuestión de minutos.

Aceite de CBD o cannabidiol como rutina

Cuando se trata de ingerir las gotas de CBD, tienes que esperar a que el aceite sea asimilado por tu cuerpo. Esto suele tardar entre treinta minutos y una hora, pero dura muchísimo más que cuando fumas marihuana. Si tienes prisa, puedes dejar reposar el aceite de CBD bajo tu lengua antes de tragar. Esto hará que cierto porcentaje del aceite, por poco que sea, entre más rápido a tu sistema circulatorio.

Una vez hayas determinado qué dosis es la indicada para tu dolor o condición, lo primero que vas a hacer es convertir el aceite de CBD en parte de tu rutina. De la misma manera que no nos olvidamos de a qué hora deberíamos comer, por mucho que no tengamos hambre, es porque hemos comido a la misma hora, todos los días. Haz lo mismo con el aceite de CBD. Decide tres horas a lo largo del día para tomar el aceite, y nunca de saltes ninguna. Usa alarmas si es necesario.

Una vez hayas establecido una rutina, empezarás a notar mucho más los efectos del CBD. Con una mezcla de disciplina y aceite de buena calidad como el de Justbob, notarás un gran cambio en tu vida.

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