Cinco kilómetros de ruta botánica desde Coca enlazan con el castillo mudéjar
Hoy proponemos una ruta al castillo de Coca, que aúna el arte con la naturaleza. Conoceremos uno de los castillos más impresionantes del territorio nacional, ubicado en la provincia de Segovia, y además disfrutaremos de la naturaleza que lo rodea. Son cinco kilómetros de senda botánica que enlazan el castillo con la localidad del mismo nombre, Coca.
Se encuentra a tan solo 140 kilómetros de Madrid, por lo que merece la pena alejarse algo más de hora y media de la capital para descubrir este precioso castillo mudéjar y el bosque de su entorno. La senda nos lleva junto a la ribera de los ríos Voltoya y Eresma, sobre cuyos profundos cauces se alza la pequeña localidad segoviana. Una visita para disfrutar de un completo día de campo y de descubrimiento cultural.
Cómo llegar a Coca
- En coche: por la AP-6 (peaje), coger la salida 108 para incorporarse a la N-601 en direcciónValladolid/Olmedo. Aquí, tomar la salida hacia San Cristobal de la Vega/Nava de la Asunción/Coca y continuar por SG-V-3341 hasta llegar a Coca.
- En coche: por la A-6 hasta la salida 88 hacia SG-20 dirección Segovia, y más tarde tomar la CL-605 dirección a Coca.
Ficha técnica de la ruta
- Tipo de itinerario: lineal
- Altitud: 788 m.
- Señalización: señalizada
- Dificultad: baja
- Distancia aproximada: 5 km
- Duración aproximada: 2 horas y 30 min
- Época aconsejada: cualquiera pero sin lluvias
Pinares y resina en la ruta al Castillo de Coca
El castillo de Coca y su entorno están enclavados en la comarca segoviana conocida como ‘Tierra de pinares’, que ha dado y sigue dando una de las mejores resinas del país. En esta zona tuvo su sede la primera fábrica de la Española (1862), lo que demuestra la importancia del pino en la zona. Todos los vecinos aprenden a hacer una roza en la corteza del árbol y a dejar que, lentamente, caiga la resina en un bote. En el propio castillo venden muestras de este preciado bien de la zona.
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La propuesta de hoy es realizar el paseo por la senda, en primer lugar, para comer después en el parque recreativo El Cantosal, que se encuentra a menos de dos kilómetros del castillo, y por la tarde visitarlo por dentro. Pero también se puede tomar el camino desde el pueblo para terminar en el monumento. Otra opción es iniciar la ruta bajando por la derecha del castillo.
Ruta desde el cementerio
Si dejamos la visita al monumental castillo para la tarde y empezamos con la ruta, iremos a buscar el camino que baja del cementerio. Hay que ascender primero unos dos kilómetros por un camino forestal, que permite disfrutar de la ribera del Voltoya y del Eresma.
Poco a poco se gana altura hasta que a la izquierda encontramos el pinar y un cartel que guía hacia la senda. Está señalizada durante todo el recorrido, por lo que no hay más que seguir los carteles. Durante el recorrido existen un par de cuestas bastante empinadas.
La senda atraviesa la ribera del río Eresma y también cruza el Voltoya por un puente. Desde el camino, a menos de dos kilómetros del monumento y tras cruzar un extenso pinar, nos encontramos con el centro recreativo El Cantosal, donde podemos comer y relajarnos antes de continuar hasta el castillo.
El castillo de Coca
Se alza en solitario en un entorno de hierba y pinos. Esta fortaleza de ladrillos, que en fin de semana y festivos está abierta a las visitas de 11 a 13 h y de 16 a 18 h, la mandó construir Alonso de Fonseca (obispo de Ávila y arzobispo de Santiago) en 1453. El precio de entrada es de 2,70 € para adultos, niños de 7 a 14 años y jubilados y pensionistas con carné, 2 €.
La visita dura alrededor de una hora y media y permite acceder a las dos torres principales, de tres y cuatro pisos cada una, a los que se asciende por curiosas escaleras de caracol.
Entre las salas que se visitan, destaca la de Armas, donde se encuentra una representación de la azulejería existente en el castillo; la torre, con armaduras y armas de los siglos XVI y XVII; o el mirador, a 40 metros desde el lecho del foso.
En la segunda torre, a la que se llega por la galería norte, se encuentra una de las salas más interesantes y entretenidas. Se trata de la sala de los Jarros, cuya geometría permite descubrir una particular acústica: situándose dos personas una en cada arista de los diferentes lados de la sala se escucha la voz de una forma u otra.
También en esta torre se halla la sala de acceso a la mazmorra con un hueco en el suelo por donde, supuestamente, se introducía a los reos en la sala donde pasarían el resto de su vida.
Qué ver en la localidad de Coca
- Puerta de la Villa: era una de las tres puertas de acceso a la ciudad y es la única que se conserva. Es de estilo propio del siglo XII o XIII y por dentro se puede apreciar un calvario pintado sobre madera y una angosta escalera que lleva a la única dependencia situada encima del arco, que fue utilizada como cárcel.
- Murallas medievales: de la potente muralla que llegó a circundar gran parte de la villa de Coca, hoy en día tan solo quedan en pie unos 200 metros de longitud, con cuatro torres flanqueantes, parapeto almenado y la Puerta de la Villa.
- Puente grande: se encuentra sobre el río Eresma. El puente fue construido en 1630. Consta de un solo ojo con arco de medio punto, construido en sillares de piedra caliza.
- Puente chico: levantado sobre el río Voltoya. De época medieval con sucesivas reconstrucciones. Es de mampostería, con dos ojos apuntados, en piedra y pizarra en la parte superior. Es muy posible que por el lugar que ocupa este puente, o sus proximidades, atravesara la calzada romana que enlazaba Coca con Simancas (Septimanca).
- Iglesia de Santa María la Mayor: es la única, de las ocho que tuvo Coca, que se conserva completa. Hacia 1520 finalizaron las obras de Santa María, asentada sobre los cimientos de una iglesia románica del siglo XII.