Niños y jóvenes de centros de protección a la Infancia pasan unos días de vacaciones con familias voluntarias
La Comunidad de Madrid ha puesto en marcha la XIII edición del programa ‘Vacaciones en familia’. Está pensado para menores de entre 6 y 17 años que residen en los centros de protección a la Infancia de la región. El objetivo es que puedan pasar unos días de sus vacaciones escolares junto a una familia de acogida.
Este programa, iniciativa de la Consejería de Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad, se desarrolla durante las vacaciones escolares, desde el 1 de julio hasta el 15 de septiembre. Los niños y adolescentes disfrutan de unos días de convivencia con una familia madrileña que se ofrece voluntaria.
El tiempo que pueden pasar juntos varía y dura entre 15 días o un mes y medio. El plazo de recepción de solicitudes para este año ya está cerrado. En este momento, la Dirección General de Infancia, Familias y Natalidad está valorando la disponibilidad de las familias y de los menores. Se han inscrito 123 familias y 99 menores, procedentes de 19 residencias.
En ‘Vacaciones en familia’, pueden participar todas las familias de la región que deseen compartir sus vacaciones de verano con los niños y jóvenes de los centros de protección. Se trata de una experiencia de solidaridad y conocimiento mutuo que resulta enriquecedora para todos.
El programa ‘Vacaciones en familia’
‘Vacaciones en familia’ comenzó en el año 2008 y tuvo una gran acogida. La iniciativa fue valorada positivamente por las familias, los responsables de los menores y los propios niños. En concreto, en el año 2019 participaron en el programa 74 familias que acogieron a 82 niños procedentes de 20 centros de la Red de Protección a la Infancia y Adolescencia de la Comunidad de Madrid.
Actualmente, esta red de la Comunidad de Madrid, que acoge a la infancia y adolescencia en situación de vulnerabilidad, posee 1.873 plazas distribuidas en 97 centros. En ellos se asume temporalmente el cuidado y la educación de niños y adolescentes que carecen de un entorno en el que puedan satisfacer sus necesidades biológicas, afectivas y sociales.
El principal objetivo de esas residencias es lograr que los niños y las niñas recuperen su entorno familiar o buscarles otro adecuado para ellos, siempre que sea posible.
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