La salud bucodental es muy importante y no siempre se cuida tanto como se debe, por eso aparecen caries y otras enfermedades dentales. Hay infinidad de afecciones que pueden atacar a los dientes, encías y demás partes de la boca, por lo que hay que intentar prevenirlas.
Aunque existen muchas y muy variadas, hay enfermedades dentales y bucales más comunes que otras, lo como las caries, lo que significa que tienen una alta prevalencia en la población. Las estadísticas dicen que la mayoría de personas han padecido, padecen o padecerán una o varias de ellas a lo largo de la vida, así que vamos a conocerlas.
Caries y otras enfermedades dentales y bucales más comunes
Caries dentales
¿Sabías que las caries son una de las enfermedades dentales y bucales más comunes y la segunda enfermedad más extendida en España solo por detrás del resfriado común? Sí, la caries es una enfermedad producida por bacterias y se cree que afecta al 90% de la población mundial, así que es muy común. Las bacterias corroen los diferentes tejidos del diente produciendo dolor, y pueden desarrollarse a cualquier edad, incluso en los dientes de leche.
La solución es tan sencilla como acudir a una clínica a que coloquen un empaste, cuando antes mejor para que la corrosión no esté muy extendida. La prevención también es sencilla: una buena higiene dental con su correcto cepillado, el uso del hilo dental y los enjuagues periódicos. Además, una vez al año se debería considerar realizar una limpieza bucal profesional que prevenga y detecte precozmente las caries.
Gingivitis y periodontitis
Ambas son enfermedades de las encías, a diferencia de la caries. La primera es la más común, y la segunda es un empeoramiento de la primera.
La gingivitis afecta a casi un 60% de la población española, tal y como nos comentan desde la Clínica dental Drs de Benito y se produce por una mala higiene dental. Se suele apreciar porque las encías de inflaman, se enrojecen y sangran por la acumulación de sarro. Se soluciona con una limpieza en una clínica dental y un correcto cuidado de las encías.
Cuando la gingivitis no se trata, esas bacterias que están dañando las encías pasan al hueso dando lugar a la periodontitis o piorrea. Al afectar al soporte del diente, esta enfermedad produce la pérdida de hueso, la reducción del tejido de las encías y, finalmente, el movimiento o pérdida de las piezas dentales. Este caso necesita una valoración personalizada por parte de un profesional para ser tratado.
Halitosis
El mal aliento afecta a muchas personas y puede tener varias causas. El 90% de las halitosis tienen su origen en la boca, y se deben a una mal higiene, a las enfermedades anteriores y a malos hábitos como el tabaquismo.
Hay que acudir a una clínica dental para que el profesional encuentre la causa y paute un tratamiento adecuado. Pero es imprescindible tener una buena higiene de dientes, boca y lengua.
Llagas y herpes
Las llagas y aftas no son más que heridas con forma redonda y color blanquecino. Son muy comunes y molestas, pero no requieren ningún tratamiento porque desaparecen solas. Se comercializan algunos productos para acelerar la curación y aliviar molestias. Pero si persisten, hay que consultar con un profesional.
Los herpes labiales están causados por un virus y son muy contagiosos. El virus no desaparece, así que, si alguna vez se padece, es fácil que vuelvan a aparecer lesiones en momentos puntuales como gripes, situaciones de estrés que causan bajadas de defensas, etc. También hay productos específicos para tratar el herpes labial.
Cáncer de boca
Este tipo de cáncer afecta más a hombres que a mujeres. Concretamente, se producen de 6 a 13 casos por cada 100.000 hombres, y entre uno y dos por cada 100.000 mujeres en España cada año. No es la enfermedad bucal más común, pero hay que conocerla por su peligrosidad.
El consumo de alcohol y tabaco incrementa enormemente el riesgo de sufrirlo y se puede detectar por la aparición de manchas en la boca, llagas que no curan, bultos y cambios en la masticación, el habla o en la acción de tragar. Por eso es tan importante acudir a una revisión anual en el dentista y consultar con una clínica ante la más mínima duda.
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