Brihuega y sus campos de lavanda se encuentran a 97 km de Madrid, en Guadalajara; la floración tiene lugar en el mes de julio, una sola vez al año
Una de las visitas imperdibles para los madrileños en verano, sobre todo en el mes de julio, es la de los campos de lavanda de Brihuega, un pequeño municipio a 97 km de la capital, en la provincia de Guadalajara. Durante el mes de julio tiene lugar la floración, en una extensión de 1.000 hectáreas que se tiñe de morado una sola vez al año, hasta principios de agosto, cuando se produce la siega.
El mejor momento para disfrutar de los campos de lavanda de Brihuega es la segunda quincena de julio, cuando la floración alcanza su máximo esplendor. Sin embargo, este periodo varía dependiendo de las condiciones climáticas a lo largo del año, por lo que puede producirse antes o después. Los campos se siegan, generalmente, a principios de agosto, cuando las flores pierden su color morado adquiriendo un tono grisáceo.
Visita a los campos de lavanda de Brihuega en la época de floración
Las visitas a los campos de lavanda son libres, por lo que cualquier persona puede acudir en los días y horarios que considere. Aún así, el Ayuntamiento de Brihuega organiza visitas guiadas, tanto para ver la floración, como para conocer el resto de monumentos del pueblo. El consistorio recomienda a los visitantes organizar su viaje y gestionar las reservas con tiempo.
Las visitas guiadas tienen lugar los viernes, sábados y domingos a las 19 h y a las 20:30 h con un precio de 3€, hasta el 30 de julio. Para acudir es necesario hacer reserva previa por teléfono o a través de correo electrónico.
- Correo electrónico: turismodesensaciones_brihuega@eulen.com
- Teléfonos: 670 98 14 33; 670 98 15 48; 670 98 16 53; 670 98 15 22
Otro de los eventos que tiene lugar en torno a la floración de los campos, es el Festival de la Lavanda. Se organiza cada año a mediados de julio y este verano ha tenido lugar el 14 y el 15, con actuaciones musicales y otras actividades. En esta ocasión ha contado con los conciertos de Taburete y Víctor Manuel, además de demostraciones y talleres sobre lavanda.
Recomendaciones para visitar los campos de lavanda de Brihuega
Para visitar los campos de lavanda de Brihuega conviene seguir una serie de recomendaciones. La primera a tener en cuenta es evitar las horas de mayor calor, puesto que los campos no tienen sombra y las temperaturas en verano son muy altas. El mejor momento del día para hacer la visita es al atardecer, donde la caída del sol, además de reducir el calor, deja una estampa mucho más bella gracias a sus colores anaranjados.
Otra recomendación es evitar las masificaciones que se producen durante los fines de semana. Aunque las visitas guiadas se organizan de viernes a domingo, puedes acudir a los campos por tu cuenta cualquier otro día. También ten presente que la lavanda atrae a las abejas, por lo que deberás extremar la precaución si eres alérgico a sus picaduras.
Por último, acudir vestido de blanco se ha convertido en una tradición. El contraste entre la lavanda y la vestimenta, junto al atardecer, deja una estampa memorable que hará que tus fotografías sean aún más bellas. También es recomendable el calzado cómodo para moverse por el campo con facilidad.
Además de los campos, la visita a Brihuega está plagada de referencias a la lavanda, su bien más preciado. Durante la época de floración, los balcones del pueblo son decorados para conmemorar este momento y en cualquier comercio del municipio los visitantes pueden adquirir productos de todo tipo elaborados con esta planta.
Otros monumentos para visitar en Brihuega
Además de este espectáculo natural, Brihuega cuenta con otros monumentos que hacen que su visita sea obligatoria. Se trata de una antigua villa medieval, donde previamente se asentaron romanos y celtíberos, otorgándole un patrimonio único con vestigios de su antigua muralla.
En este apartado destaca la iglesia de Santa María de la Peña, un templo católico de estilo románico construido en el siglo XIII. En su interior se encuentra la Virgen de la Peña, patrona de Brihuega.
Por otro lado, también se encuentra el castillo de Piedra Bermeja, una fortificación de época musulmana que en el siglo XI se convirtió en residencia arzobispal, por orden de Alfonso VI. En su fachada destaca la presencia de una gran piedra rojiza que le da nombre y que simboliza, según la leyenda, el crimen cometido por el guardián del castillo contra una vecina del pueblo en tiempos medievales.
El patrimonio de Brihuega lo completa la Real Fábrica de Paños, fundada en 1750, como el principal edificio industrial de la localidad. En su interior se encuentran sus jardines, construidos en 1840 tras el cierre de la manufactura textil, con un mirador sobre el río Tajuña. Estos monumentos forman parte del Conjunto Histórico de la Villa de Brihuega, con un gran valor de interés cultural.
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