El artista urbano Okuda San Miguel plasma en varias obras la lucha de los vecinos por conseguir este espacio cultural para el barrio
Si costó varios años contar con una biblioteca pública en el barrio de San Fermín, mucho menos tiempo ha supuesto el plasmar esa reivindicación de los vecinos en sus paredes, y ha sido gracias a un mural que el artista urbano Okuda San Miguel ha realizado para adornar sus muros.
Se ha cumplido el dicho de una imagen vale más que mil palabras, pues los lienzos que cubren sus paredes narran la historia de esa lucha de los habitantes del barrio por conseguir una biblioteca.
“Si hace unos meses estábamos muy satisfechos por la apertura de esta biblioteca tan reclamada y reivindicada por los vecinos de San Fermín, hoy estamos doblemente satisfechos, por inaugurar estos murales de Okuda que han contado con su participación”, afirmó la delegada de Cultura, Turismo y Deporte, Andrea Levy cuando se inauguró la obra.
Trabajo colectivo, seña de identidad propia del mural de la nueva biblioteca de San Fermín
Nacho Blumen, uno de los miembros del equipo de Okuda, ha explicado que los trabajos de esta obra colectiva se han desarrollado en conjunto entre el artista y los vecinos, y que todos pueden sentirse identificados con ella.
El diseño del mural se llevó a cabo a lo largo de varios encuentros entre la Junta Municipal del Distrito de Usera, la propia biblioteca pública de San Fermín, agentes locales y asociaciones vecinales del barrio. En ellas, se estudiaron varias ideas que pudieran contar la historia de este nuevo lugar cultural.
Con las propuestas sobre la mesa, Okuda San Miguel, artista urbano con una relevante trayectoria nacional e internacional, elaboró una idea de diseño del mural que se presentó a los agentes participantes para aprobar el resultado definitivo. Más tarde, los vecinos y usuarios de la biblioteca participaron, bajo la supervisión del artista, en la confección del mural.
Así es como el artista, su equipo y los vecinos han aportado un valor añadido a este espacio cultural y le han dotado de una seña de identidad propia.
El mural se ubica en el interior de la biblioteca para que quede preservado de las inclemencias meteorológicas, pues el material empleado es de tal singularidad que no se consideró apropiado colocarlo en la fachada exterior. El primero de los muros pintados se ubica en el acceso a la biblioteca y el otro en dos paredes del interior del centro. De esta forma, el mural permite narrar la historia de la biblioteca desde el exterior al interior.
Un nuevo espacio de cultura y libros tras 25 años de reivindicación
La construcción de la biblioteca de San Fermín se produjo como respuesta a una demanda vecinal de más de 25 años. En primer lugar, se puso en marcha un proceso de participación con los agentes locales para concretar cómo sería el nuevo espacio cultural.
Como resultado, se diseñó y construyó el centro, gracias a la cooperación entre la Dirección General de Patrimonio Cultural, la Dirección General de Bibliotecas, Archivos y Museos y la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo.
También en ese proceso participativo, y debido a la singularidad del edificio y al propio carácter del barrio, nació la idea de que alguno de los muros del edificio contara la historia vecinal. Así comenzó el compromiso de crear un mural que hablase de la historia del edificio y de cómo se ha logrado que el barrio de San Fermín cuente con este espacio.
“Es un motivo de enhorabuena que esta nueva biblioteca se convierta en un punto neurálgico de la vida de San Fermín y creo que todos estamos muy satisfechos porque este centro aporte al barrio un punto de luz, de cultura, de vida vecinal y de encuentro intercultural e intergeneracional”, ha señalado Levy.
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