Se producen en Madrid casi cinco okupaciones al día, un aumento del 24,8% en este tipo de actividades ilegales
La denuncia pública de la plataforma de afectados por la okupación, tanto en Madrid como en el resto de España, sobre del abandono que ha victimizado a miles de propietarios, se resume con una sola frase: «Las medidas anotadas para mitigar las consecuencias para las víctimas fueron nulas».
Comparada con el resto de Comunidades Autónomas, Madrid no es la peor ciudad en cuanto al gráfico de okupaciones. El Ministerio del Interior asegura que entre enero y septiembre del año pasado Cataluña encabezó el ranking con un total de 5.689 delitos de okupación ilegal. Casi cuatro veces más que la Comunidad de Madrid, que suma 1.282 durante los tres primeros trimestres del año.
Cada día, 49 personas han visto caer sus bienes en manos de delincuentes o familias necesitadas, con datos, según las cifras, no distintos a los hechos conocidos por las fuerzas y órganos de seguridad. En los mismos meses de 2020, el número de okupaciones fue de 11.319, un 18,3% más.
Guerra vecinal a causa de la okupación, tanto en Madrid como en otras ciudades
El fenómeno delictivo viene creciendo sostenidamente desde 2015, cuando se reportaron 10.376 casos durante el año. Y esos son números, porque detrás de cada ocupación, cuando se trata de individuos, hay verdaderos dramas y problemas de convivencia en comunidades de vecinos y ciudades enteras. Según la plataforma de afectados, más del 80% de las okupaciones no proceden de familias necesitadas.
Propietarios desesperados, vecinos antagónicos que apoyan a quienes se instalan a su lado sin respetar ninguna norma, usurpadores de bienes ajenos y asaltantes… Las disputas vecinales están surgiendo con una frecuencia cada vez mayor, lo que obliga a las fuerzas y agencias de seguridad a intervenir a tiempo para proteger a los propios ocupantes ilegales, que se ven amenazados por barrios enteros que se han apoderado.
La radiografía se está repitiendo por toda España pero está adquiriendo connotaciones preocupantes en la provincia de Barcelona. Según el secretario de Estado de Seguridad, allí se reportaron en nueve meses 4.229 ocupaciones, o un tercio del país en su conjunto. Cataluña encabeza el ranking de los municipios más afectados y es el que ha mostrado políticas más permisivas en este delito con repercusiones sociales.
Okupación en Madrid
La segunda región con más okupación fue Andalucía con 1.994 casos, seguida de Madrid con 1.282 casos denunciados y un aumento de casi el 25%; la Comunidad Valenciana (968) y Castilla-La Mancha, donde los eventos aumentaron un 30% con 606 casos.
Las cifras muestran que en Madrid ya se producen casi cinco okupaciones al día, lo que supone un aumento del 24,8% en este tipo de actividades ilegales, mientras que el aumento nacional se estima en un 18%. La presidenta autonómica, Isabel Díaz Ayuso, aseguró que la Oficina Antiokupación estaría operativa en breve. El resultado es una solución que ayuda a aumentar el margen de maniobra del gobierno estatal.
Los afectados, exigiendo una ley anti ocupación, aseguran que no se ha tomado ninguna medida y que quienes sufren este delito enfrentan consecuencias materiales, económicas, físicas y psicológicas. Hablan de ocupación directa de casas, inquiokupación y ocupación de barrios y esperan una «mejor respuesta».
Maneras de actuar frente a la okupación: tres opciones
La primera es llamar a la policía, sobre todo si les pilla ‘in fraganti’. Los funcionarios pueden actuar en lo que se consideran delitos graves sin necesidad de una orden judicial, es decir, mientras se lleva a cabo la ocupación. En cualquier caso, avísales de inmediato: aunque no consigan desalojar a los okupas, al menos los identificarán y recopilarán datos muy importantes para la denuncia.
La segunda forma es la vía legal. Si presentas una acusación de okupación o allanamiento (ocupación ilegítima de la casa de otra persona, incluidas las segundas residencias), el juez iniciará un proceso. Entre las medidas cautelares se cuenta la expulsión rápida. Pero no todo es tan simple. Los okupas pueden defenderse demostrando que han estado viviendo en la casa durante meses, o que el propietario lo sabía pero no dijo nada.
La tercera opción es perseguir a los okupas en un proceso civil. Está justificado porque el actor «no puede ejercer plenamente sus derechos de propiedad». Es una alternativa a la que recurren algunos abogados cuando el caso está empantanado en un proceso penal. Así, el delincuente que ocupa la vivienda solo puede invocar motivos específicos en su defensa. Además solo puede realizarlo previo depósito del dinero directamente en el juzgado.
Imágenes para captar una okupación ilegal
La forma más sencilla y eficaz de demostrar que el okupa ha estado en una vivienda menos de 48 horas es utilizar las imágenes recogidas por tu alarma anti okupas. Cuando suene la alarma, la policía acudirá al mismo tiempo a la vivienda. Evitará tanto la ocupación como el robo y los desperfectos que provoca.
Ya sea nuestra residencia principal, nuestra segunda residencia o una vivienda familiar actualmente desocupada, la presencia de ocupantes ilegales se está convirtiendo en un problema muy grave que puede tardar años en resolverse. El problema de la ocupación puede afectar a cualquiera.
Es difícil estar completamente protegido, pero hay pasos que puede seguir para que el proceso de desalojo sea lo más fácil, rápido y fácil posible cuando su casa está ocupada.