Caminatas de kilómetros para llegar a casa, largas colas en las paradas de autobús, semáforos sin funcionar… os contamos cómo fueron las más de 12 horas sin luz
En torno a las 12:30 h de ayer, 28 de abril, un apagón histórico dejaba sin luz a España, Portugal y el sur de Francia. Lo que en un inicio parecía algo anecdótico, poco a poco fue sembrando el caos en la población que veía cómo los cortes continuaban sin saber hasta cuándo. La luz no regresó a los países afectados hasta pasadas más de 12 horas, incluso en algunos puntos señalan que la red móvil aún no funciona del todo bien hoy, 29 de abril. En el caso de la Comunidad de Madrid, se reestableció por completo a las 3 de la mañana.
A lo largo de prácticamente todo el día de ayer, nuestro país, Portugal y el sur de Francia permanecieron incomunicados, sin luz y sin internet. Esto provocó, sobre todo en grandes ciudades como Madrid, largas colas en las paradas de autobús, trabajadores obligados a caminar decenas de kilómetros para regresar a sus casas, trenes parados y pasajeros desalojados en puntos a veces inaccesibles, el Metro con viajeros atrapados en su interior, semáforos sin funcionar con atascos de al menos dos horas, personas en ascensores sin poder salir y un gran despliegue policial, entre otros sucesos.
En la región se gestionaron 4.858 expedientes, requiriendo 370 la intervención del cuerpo de Bomberos de la región. Ningún incidente fue grave. Solo en la capital, Samur-PC tuvo que realizar 167 asistencias, la mayoría por patologías respiratorias y crisis de ansiedad. Mientras, los bomberos llevaron a cabo más de 200 rescates en ascensores.
Así se vivió el apagón que afectó a España, sur de Francia y Portugal
En los primeros minutos de apagón, ayer, algunos pensaron que era un fallo de la electricidad en su edificio, otros creían que era en toda su manzana y no pocos ignoraron la situación hasta más tarde, mientras que unos cuantos empezaban a temer lo peor. Se creía que la electricidad volvería pronto, pero según pasaban las horas y el apagón continuaba, los nervios comenzaban a florecer.
Numerosos padres y madres se apresuraron a ir a los centros educativos a recoger a sus hijos antes de la hora de salida, y otros acudieron a supermercados para comprar provisiones para días, de forma descontrolada, lo que nos hizo recordar los meses de pandemia. Incluso, en algunos lugares, se agotaron los transistores de radio a pilas, pues el objetivo era a toda costa estar informados, y lo analógico era lo único que, en principio, funcionaba.

Los datos móviles iban y venían, de tanto en tanto se podían hacer llamadas, pero la red se fue perdiendo poco a poco hasta que la población quedó casi incomunicada por completo.
Los comercios fueron cerrando por la falta de electricidad y ante la posibilidad de robos, los transportes públicos se paralizaron, a excepción de autobuses y taxis, y los atascos crecieron. Mientras, en las calles se observaban riadas de personas que tan solo querían llegar a sus casas antes de que anocheciera.

Caos en Madrid
En Madrid se vivió un auténtico caos y resultó muy complicado desplazarse de un punto a otro si no era caminando. De hecho, hubo personas que anduvieron kilómetros, incluso pasando por carreteras donde no está permitido, para poder llegar a sus viviendas o, al menos, a alguna parada en la que pudieran coger un autobús. Algunos, recurriendo al ingenio, que nunca falta, intentaron que algún coche los llevara de vuelta a casa haciendo autostop.
Así, los trayectos que habitualmente se hacían en 20 minutos se convirtieron en dos horas. Todo ello con la amenaza de la noche, en la que se presagiaba la salida de la delincuencia a la calle. Por contra, una vez ‘a salvo’ en sus respectivos barrios, muchos aprovecharon las horas de luz solar que quedaban para salir a pasear, llenar los bares de la zona y pasar el rato relajados, ante la idea de «volver a casa y tener que ir a la cama en cuanto se vaya la luz, sin tele, sin móvil y sin poder cenar caliente», comentaban.

El Movistar Arena y Atocha, hoteles provisionales en Madrid durante el apagón en España, Portugal y sur de Francia
La capital habilitó, además, el estadio Movistar Arena(antiguo Wizink Center) y la estación de Atocha, para ofrecer un lugar donde pasar la noche a personas que lo necesitaran, aunque está última tuvo que limitar su aforo y algunos ciudadanos quedaron fuera. Además, hubo algunos centros educativos donde el profesorado pernotó con parte del alumnado que no podía volver a sus casas.
Mientras tanto, los hospitales continuaron funcionando gracias a los generadores de los que disponían. Por su parte, se desplegó a la policía por las calles de todos los municipios para garantizar la seguridad en toda la región y, por supuesto, regular el tráfico, ya que los semáforos habían dejado de funcionar.

Ya casi con la noche encima, en torno a las 21 h, la luz empezó a regresar a algunos hogares, lo que provocó aplausos espontáneos por parte de la ciudadanía, feliz de volver a la normalidad. Alrededor de la medianoche había electricidad en casi toda la región, y durante la madrugada se restauró en las zonas que faltaban.
Esta mañana, Red Eléctrica, entidad encargada del suministro eléctrico a la población peninsular, anunciaba que ya se había recuperado un 99,95% de la demanda a nivel nacional. A las 11:15 h, han comunicado que el servicio ya estaban en el 100% habitual.

Un apagón de causa desconocida
Parece que todo ha quedado en un susto, un gran susto sin duda con consecuencias económicas para muchos sectores. Pero ya llega el gasoleo a los hospitales y centros esenciales de la región, para un supuesto en el que hubiera otro apagón en España. Con respecto a las causas de este inédito suceso, todavía se desconocen. De momento, solo se sabe que en cuestión de cinco segundos se perdieron 15 gigavatios, que son los que provocaron el corte de luz generalizado.
En un principio, se habló de ciberataque, aunque esta hipótesis fue perdiendo fuerza según pasaban las horas, al menos de manera oficial, aunque sigue presente en los corrillos a pie de calle. También se valoró la posibilidad de una avería en el sistema o incluso un error. Y una de las hipótesis que está sonando más es la de un efecto atmosférico.
En ese caso, las fluctuaciones extremas de temperatura en el centro de España podrían haber provocado lo que se denomina una oscilación atmosférica inducida en las líneas de alta tensión. Este hecho habría causado un desequilibrio en la red eléctrica que habría supuesto el gran apagón.
Sánchez afirmó ayer que «no se puede descartar ninguna hipótesis«. Todavía se está investigando qué ha sucedido. Lo que está claro es que este apagón es un hecho inédito que «nunca antes había sucedido en la historia de España«, en palabras del presidente, y «un evento anómalo«, en la de Red Eléctrica.