Es un ingrediente reconocido por sus propiedades calmantes, hidratantes y tonificantes
Desde tiempos remotos, el agua de rosas ha sido un ingrediente esencial en el mundo de la cosmética, reconocido por sus propiedades calmantes, hidratantes y tonificantes. Su capacidad para suavizar y equilibrar la piel la ha convertido en un componente habitual de productos como desmaquillantes, lociones, jabones, cremas hidratantes, brumas faciales e incluso protectores solares. Su riqueza en vitaminas del grupo B, C y E contribuye a prevenir problemas cutáneos como el acné y la irritación, además de ayudar a mantener el pH natural de la piel.
Uno de los productos más valorados dentro del cuidado diario es el tónico facial hidratante, donde el agua de rosas juega un papel fundamental. Gracias a sus propiedades refrescantes y antiinflamatorias, proporciona alivio inmediato a las pieles sensibles o irritadas, al tiempo que combate el envejecimiento prematuro.
“El auge de la cosmética natural ha llevado a muchas personas, especialmente en zonas rurales, a elaborar su propio agua de rosas en casa. Solo se necesitan unos pocos pétalos y agua destilada para conseguir un tónico casero con grandes beneficios para la piel”, explica Filip Van, CEO de la firma de cosmética natural Di Oleo, con sede en El Puerto de Santa María (Cádiz).

Un poderoso aliado contra la inflamación y la deshidratación
Esperanza Sáenz, responsable de imagen de Nezeni Cosmetics, destaca el efecto antiinflamatorio del agua de rosas: “Combinada con ingredientes como la betaína y el hamamelis, ayuda a la piel a retener la hidratación, controlar la producción de sebo y reducir tanto las rojeces como la hinchazón. Si bien tiene propiedades antiinflamatorias por sí sola, su efectividad se potencia aún más al combinarse con otros activos adecuados”.
El agua de rosas también es un complemento ideal en la rutina de limpieza facial. Aunque no sustituye a desmaquillantes como el agua micelar, se emplea como paso final para aportar frescura, calmar la piel y mejorar su hidratación.
Además, actúa como unificador del tono, ayudando a corregir la tez apagada, reducir el enrojecimiento de las mejillas y controlar el exceso de brillo en la zona periocular. “Uno de los beneficios más destacables del agua de rosas es su capacidad para homogeneizar la piel, lo que se traduce en un rostro más luminoso y equilibrado”, señala Sáenz.
Curiosidades sobre el agua de rosas
- Su obtención se realiza mediante un proceso de destilación en el que se hierven pétalos de rosa en agua durante unos minutos. Posteriormente, se deja reposar la mezcla y se filtra para su conservación en un recipiente de vidrio bien sellado.
- Se utiliza desde la antigüedad, con un protagonismo especial de la rosa de Damasco. Aunque la más famosa proviene de Bulgaria, su origen podría remontarse a la antigua Persia.
- Gracias a sus propiedades calmantes y antiinflamatorias, es un ingrediente esencial en mascarillas hidratantes, tónicos faciales, brumas refrescantes y sérums diseñados para descongestionar las bolsas de los ojos, especialmente cuando se aplican por la noche.
El agua de rosas sigue siendo, hoy en día, un imprescindible en la cosmética natural, ofreciendo una solución eficaz y delicada para el cuidado de la piel.