Procedentes de campos de refugiados argelinos, estarán dos meses con familias de acogida
Más de 80 niños y niñas saharauis han aterrizado en Madrid para disfrutar del verano fuera de las duras condiciones a las que están expuestos en sus hogares. Forman parte del programa madrileño ‘Vacaciones en Paz’, que acoge en la Comunidad a estos menores procedentes de campamentos de refugiados saharauis para proporcionarles una estancia agradable y humanamente rica, ayudando en su formación y atención sanitaria.
Tienen entre 10 y 12 años y pasarán en España dos meses con sus familias de acogida. En este tiempo, se pretende que disfruten de un entorno alejado de la situación que viven en el desierto, especialmente difícil en época estival.
Los pequeños podrán mejorar sus condiciones físicas, jugar y disfrutar con sus familias de acogida, además de tener acceso a revisiones y tratamientos médicos. Este último es uno de los puntos más positivos de la iniciativa, ya que en los campamentos no pueden acceder a ellos, con las nefastas consecuencias que esto acarrea.
Son menores que nacieron en los campamentos de refugiados situados desde el año 1976 en la frontera de Tindouf (Argelia). Nacidos en el exilio y en un clima de guerra, su día a día transcurre en unas circunstancias muy duras, privados de recursos elementales y sobreviven gracias a la ayuda y cooperación internacional.
Actuaciones para los niños saharauis
Para recibir a los pequeños, se organizaron en Arganzuela varias actuaciones, como el espectáculo de clown de Mireia Miracle, una reflexión sobre los límites que nos imponen y los que nosotros mismos nos creamos, y el concierto de música saharaui del artista Gabriel Flores. Los niños pudieron disfrutar también de la visita de los bomberos que refrescaron los momentos de calor con un baño de agua para todos.
Además, este año el Ayuntamiento de Madrid ha facilitado a las familias de acogida 150 entradas para que los niños disfruten del Zoo y el Parque de Atracciones.
Un proyecto solidario común
El programa ‘Vacaciones en paz’ cuenta con más de dos décadas de existencia. Nace de la iniciativa de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Madrid y se desarrolla a través de la Coordinadora de Asociaciones de Solidaridad con el Sahara CEAS Sahara Madrid.
Más de 2.000 kilómetros separan la capital de la ciudad argelina de Tinduf. Allí, asentados en campamentos de refugiados en la zona de La Hamada, miles de familias luchan por salir adelante con los escasos medios con los que cuentan.
Por delante tienen una extensión llana e infinita de desierto, una zona donde llegan a alcanzar temperaturas de hasta 50 grados. Apenas hay agua o vegetación, por no hablar de electricidad ni agua corriente. Sobrevivir allí es una tarea ardua y lo consiguen gracias a la ayuda internacional que se les brinda.
A esta zona de Argelia llegaron hace más de 40 años como exiliados, huyendo de las fuerzas opresoras marroquíes que trataban de conquistar el Sáhara Occidental. Los más pequeños forman ya parte de la tercera o cuarta generación de esta población. Una realidad para muchos desconocida, que las instituciones intentan que no pase tan desapercibida a nuestros ojos.
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