No permitir la entrada con comida ni bebida, cancelaciones por una mala gestión, rechazar pagos en efectivo, excesos de aforo… son algunas de ellas
La asociación FACUA-Consumidores en Acción ha denunciado a numerosas organizadoras de conciertos y festivales ante diferentes irregularidades cometidas este verano. Reclama a las administraciones competentes que apliquen sanciones proporcionales a su gravedad, y que tengan carácter disuasorio. Y es que las malas prácticas de ciertas empresas les suponen beneficios muy superiores a las multas que, en contados casos, acaban aplicándose.
La asociación de consumidores ha identificado ya diez tipos de problemas e irregularidades en la organización de estos eventos. Ante esas situaciones, los usuarios tienen derecho a reclamar devoluciones de dinero y, según los casos, también indemnizaciones económicas.
Irregularidades en conciertos y festivales de verano
1. No permitir la entrada con comida ni bebida
Es la irregularidad más frecuente. Las empresas que organizan estos eventos pretenden tener la misma función que los bares y restaurantes, pese a no ser la hostelería su actividad principal, sino una secundaria. Por eso, esta forma de ejercer el derecho de admisión resulta contraria a la legislación en materia de espectáculos públicos.
Los afectados pueden reclamar que se les compense el gasto realizado en el interior, tras no dejarles entrar con los productos que llevaban.
2. Cambios de ubicación sin derecho a reembolso
Después de vender un determinado número de entradas para la celebración del evento en un recinto, hay organizadores que deciden trasladarlo a otro lugar.
A veces, el motivo es que no han obtenido los debidos permisos y vuelven a intentarlo en la nueva ubicación. En otros casos, el cambio se debe a que están teniendo tanto éxito en las ventas que se lo llevan a un lugar con mayor aforo. Pero también puede ser que vayan peor de lo previsto y el cambio sea a un recinto más pequeño.
En todos esos casos, el usuario tiene derecho a recuperar el dinero de la entrada si no le gusta o le supone un inconveniente desplazarse al nuevo espacio. Ha ocurrido, por ejemplo, en el finalmente cancelado Madrid Puro Reggaeton Festival, anunciado inicialmente en la Caja Mágica y después en el Wanda Metropolitano, que tiene casi seis veces más aforo.
3. Artistas que suspenden actuaciones sin que se compense a los afectados
Entre otras frecuentes irregularidades en conciertos y festivales de verano, está la cancelación de alguno de los artistas. Si eso ocurre, sus fans tienen derecho a reclamar la devolución del importe de las entradas justificando que ya no les interesa asistir.
También pueden solicitar una indemnización por los perjuicios económicos en el caso de haber perdido billetes de transporte o alojamiento en hoteles, que ya no se van a usar. Tienen opción de plantear a la empresa el reembolso de una parte del precio.
Un ejemplo ha sido la anulación del grupo Rage Against The Machine, principal reclamo de Mad Cool Sunset de Madrid (iba a celebrarse el 10 de septiembre, pero finalmente se ha cancelado el propio evento). La banda estadounidense canceló su gira europea por «consejo médico», ante la necesidad de reposo y rehabilitación de su cantante, Zack de la Rocha.
4. Cancelaciones por una mala gestión
Otro motivo por el que se cancelan festivales y conciertos es que la administración competente no otorgue los permisos porque la empresa no ha acreditado las medidas de seguridad necesarias. A ello se le suman accidentes o enfermedades de los artistas que les impiden participar.
Los usuarios también tienen en este caso derecho a recuperar el importe de las entradas. Y ello tanto si la cancelación es definitiva como si el organizador anuncia nuevas fechas para su celebración, pues el cambio de día es una modificación sustancial en las condiciones del contrato que da derecho a su resolución.
Los afectados pueden, además, reclamar los daños y perjuicios derivados de la cancelación, además del pago del transporte y el alojamiento, y pueden exigir el de la comida durante su estancia.
5. Limitar el plazo para devolver el dinero
Distintas leyes autonómicas en materia de espectáculos públicos plantean plazos para devolver el importe de las entradas cuando los eventos se cancelan, pero no el plazo máximo que tienen los usuarios para reclamar.
Hay empresas que establecen plazos muy reducidos para solicitar el importe de las entradas, como ha ocurrido por ejemplo con el Madrid Puro Reggaeton Festival. Sin una normativa específica que establezca esos plazos, se aplica el que plantea el Código Civil para los incumplimientos contractuales y los daños derivados de ellos: 5 años.
6. No permitir pagos en efectivo
La ley no permite que la empresas se nieguen a cobrar en efectivo, igual que no obliga a las empresas a aceptar pagos con tarjetas de débito o crédito.
«La negativa a aceptar el pago en efectivo como medio de pago» es una práctica abusiva, y por tanto sancionable, según establece el artículo 47.1.ñ) de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios.
Así que el truco de imponer que las compras en los recintos de los festivales se realicen exclusivamente mediante a través de una pulserita cashless que previamente hay que adquirir y cargar con dinero es una práctica ilegal.
7. Cobrar por recuperar el dinero de las pulseras cashless
Si es ilegal imponer el pago con pulseras cashless, también lo es cobrar una cantidad por reembolsar el dinero que sobre en ellas.
El Mad Cool Festival de Madrid (celebrado del 6 al 10 de julio), entre otros, tienen una denuncia de FACUA por cobrar 1,50 € y establecer un plazo de 10 días tras la celebración del festival para solicitar las devoluciones.
8. Saturación en las colas
Cuando falta una operativa en condiciones que garantice que no se formen tapones en el acceso de los usuarios al recinto, puede suceder que muchos se pierdan parte del comienzo del evento.
Por ello, también podría reclamarse la devolución de una parte del importe de la entrada. Ocurrió por ejemplo en el concierto de Marc Anthony en Madrid (21 de junio), donde hubo quienes entraron con hasta una hora de retraso pese a haber llegado con una antelación más que suficiente al recinto.
9. Finalización a mitad del evento
Si el evento termina antes de lo previsto, es otra de las irregularidades en conciertos y festivales de verano por el que los espectadores pueden exigir el reembolso de una parte del importe de las entradas.
De extraordinaria gravedad ha sido el caso del Medusa Festival, que se iba a celebrar en la localidad valenciana de Cullera entre los días 10 y 15 agosto. Un joven de 22 años murió y 40 personas más resultaron heridas al derrumbarse parte del escenario por una fuerte ráfaga de viento.
Aquí se suman, obviamente, las indemnizaciones económicas que reclamarán los familiares del fallecido y los heridos. Y la investigación judicial que determinará si la organizadora cometió o no alguna irregularidad en la instalación.
10. Exceso de aforo
Y aunque el concierto o festival se celebre, si la empresa ha puesto en riesgo la seguridad de los usuarios vendiendo un número de entradas superior al aforo máximo permitido, las consecuencias son varias.
No solo habrá sanciones por parte de la administración, sino que los usuarios tienen derecho a reclamar el reembolso de una parte o de la totalidad del importe, en función de la gravedad de los hechos.
A esas cantidades se podrían sumar otras en concepto de indemnizaciones por daños morales, si se sufren situaciones como las ocurridas en el concierto de Morad en Torre del Mar (26 de julio). Se suspendió tras las llamadas de numerosos usuarios al 112 por las aglomeraciones que estaban sufriendo ante el exceso de aforo, además de los actos vandálicos que se vivieron en el recinto. Todo ello derivó en ataques de ansiedad por los que al menos seis personas tuvieron que ser atendidas por los servicios sanitarios.